Los muebles ergonómicos están diseñados específicamente para la eficacia y la comodidad en el entorno de trabajo. Está diseñado de tal manera que el cuerpo del usuario se sostiene en una posición segura y erguida para reducir la tensión en la columna vertebral, el cuello y las caderas.
El uso de sillas de oficina ergonómicas conlleva importantes beneficios para la salud. Entre las principales razones por las que debería adquirir una silla de oficina ergonómica se encuentran las ventajas para la salud que acarrea su uso regular.
Material transpirable. Un asiento de material transpirable es más cómodo, sobre todo cuando se pasa mucho tiempo sentado. Recuerde que debe elegir un acolchado que no sea ni demasiado duro (lo que puede resultar doloroso para sentarse en un largo plazo) ni demasiado blando (que no ofrece suficiente apoyo).
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Asegúrese de que el acolchado del respaldo y del asiento de la silla ergonómica sea de un material transpirable y lo suficientemente grueso como para permitirle estar sentado a lo largo de largas horas.
La silla ergonómica está repleta de confort y peculiaridades ajustables que permiten a los trabajadores de una oficina mantener la postura adecuada mientras que son productivos en el trabajo.
El empleo de productos de oficina ergonómicos también puede reducir el peligro de desarrollar trastornos musculoesqueléticos que dañan el cuello y la espalda.
Soporte lumbar.
Las sillas ergonómicas dan más comodidad. Usted pasa una tercera parte de su día en su silla de oficina.
Muchas empresas reservan una cantidad de dinero para el seguro médico de sus trabajadores. Si estas empresas se toman la molestia de explorar los beneficios de las sillas ergonómicas y adquirirlas para sus trabajadores, los gastos serán menores.
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Los escritorios de oficina ergonomicos, que permiten trabajar de pie se están haciendo populares en los lugares de trabajo para reducir el número de horas en posición sentada.
Estar sentado durante sólo una hora aumenta el peligro de depresión, enfermedades cardiacas, mala circulación sanguínea y dolor de espalda. Recomendamos a las personas que hagan un seguimiento de cuánto tiempo están sentadas y que intenten cambiar su posición cada treinta o 45 minutos.
