Soporte lumbar.
Si hay algo que le debe preocupar después de largas horas de estar trabajando en la oficina, es su postura. Al usar sillas clásicas que carecen de una ergonomía básica, probablemente se haya percatado de que tiende a agacharse cara delante por el hecho de que esas sillas no tienen la altura correcta del respaldo.
Estar sentado durante sólo una hora aumenta el peligro de depresión, enfermedades cardíacas, mala circulación sanguínea y dolor de espalda. Recomendamos a quienes hagan un seguimiento de cuánto tiempo están sentadas y que intenten cambiar su posición cada 30 o bien cuarenta y cinco minutos.
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Hay toneladas de marcas de sillas ergonómicas por ahí. Precisa tener los detalles de lo que busca para no confundirse.
Mantenga una buena postura. ¿De qué sirve tener muebles ergonómicos si no te ayudas a ti? Sostener una buena postura incluye sentarse sobre un ángulo de cien-ciento diez grados, no encorvarse, sostener los codos cerca del cuerpo y las muñecas rectas, y relajar los hombros y la espalda.
Es mejor crear un entorno de oficina ergonómico de forma proactiva que aguardar a que broten inconvenientes que pueden o no tener solución.
Una silla ergonómica es el tipo de silla que más se emplea en la oficina. El motivo es que, dado que las personas pasan más de trece años de su vida en el trabajo, es normal que se sientan cómodas en él.
Altura regulable. Cada persona tiene una constitución diferente, por lo que la silla de oficina ideal ha de ser ajustable a la altura del usuario. Como referencia, debe sentarse de forma que los muslos queden horizontales al suelo. Compruebe si hay una palanca que pueda subir o bien bajar el asiento, conforme sea necesario.
Su confort en la oficina mejora mucho cuando utiliza una silla ergonómica. Posiblemente se pregunte si existe alguna diferencia entre esta clase de sillas y las tradicionales que ha estado usando toda su vida.
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Es bastante difícil mantener una buena moral de trabajo a lo largo de tanto tiempo si no es cómoda. Una silla ergonómica puede ajustarse a la manera natural del cuerpo (y seamos sinceros, no todo el planeta tiene la misma constitución) para que esté más cómodo mientras realiza las tareas necesarias.
No hay limitaciones en lo que respecta a las ventajas que obtienen los usuarios al usar una silla ergonómica, y con la gran cantidad de sillas de trabajo que existen hoy día de todas las formas y tamaños, hay una silla que se adapta a sus espacios de trabajo y a su género de cuerpo.
Invertir en muebles ergonómicos puede ser efectivamente más costoso que los muebles normales, mas vale la pena. Como con otras buenas prácticas de vida saludable, una onza de prevención vale más que una libra de cura.
