Soporte lumbar.
El mobiliario de oficina que escoja debe tener la flexibilidad precisa para satisfacer las necesidades de cada persona en su oficina. Los empleados tienen formas y distintos tamaños, por lo que invertir en muebles que puedan ajustarse a las especificaciones de sus empleados puede ayudar a que todos los miembros de la oficina se sientan cómodos y se concentren en su trabajo.
Invertir en muebles ergonómicos puede ser ciertamente más caro que los muebles normales, pero merece la pena. Del mismo modo que con otras buenas prácticas de vida sana, una onza de prevención vale más que una libra de cura.
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Si hay algo que le debe preocupar tras largas horas de estar trabajando, es su postura. Al utilizar sillas clásicas que carecen de una ergonomía básica, seguramente se haya dado cuenta de que tiende a agacharse hacia delante pues esas sillas no tienen la altura correcta del respaldo.
Un buen apoyo lumbar es importante para minimizar la tensión o la compresión de los discos lumbares de la columna vertebral. Elija una silla con un respaldo que siga la curva natural de la columna vertebral.
La cuestión es que la silla ergonómica ayuda a reducir la presión de las caderas al administrar una profundidad de asiento adecuada para apoyarlas.
Las caderas llevan mucha carga tratándose de sostener el peso del cuerpo. Eso no parece ser común para los empleados de oficina que eligen usar una silla ergonómica.
Descanse de manera regular los ojos. Asimismo es importante descansar los ojos. La manera más simple de hacerlo es proseguirse la regla del veinte-veinte-20. Mira un objeto a 6 metros de distancia, a lo largo de 20 segundos, cada veinte minutos. No olvides parpadear de forma frecuente.
La silla de oficina que elija ha de ser suficientemente ancha y profunda para que pueda sentarse de manera cómoda. Busque un asiento más profundo si es alto, y uno menos profundo si es bajo.
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Estar sentado a lo largo de sólo una hora aumenta el peligro de depresión, enfermedades cardiacas, mala circulación sanguínea y dolor de espalda. Aconsejamos a quienes hagan un seguimiento de cuánto tiempo están sentadas y que procuren variar su posición cada 30 o bien 45 minutos.
