Invertir en muebles ergonómicos puede ser efectivamente más costoso que los muebles normales, pero merece la pena. De la misma manera que con otras buenas prácticas de vida saludable, una onza de prevención vale más que una libra de cura.
Con el diseño ergonómico y facilitando la postura natural, tenga claro que la silla le va a ayudar a mejorar su postura.
Como los empleados están más cómodos cuando se sientan en una silla con reposacabezas y soporte para la columna vertebral, no tendrán que preocuparse mucho por su salud. En cambio, su salud mejorará aún más pues están relajados y contentos.
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La incorporación de un sillón de oficina ergonómica puede modificar mucho la postura, reducir el molesto dolor de espalda y, en último término, incentivar la productividad.
Al tiempo que las sillas más especializadas se centran en dar soporte a una parte específica del cuerpo, las sillas de trabajo son graduables y están concebidas para amoldarse a múltiples géneros de cuerpo. Por este motivo, suelen encontrarse en espacios de trabajo compartidos.
El usuario medio de oficina podría pasar sentado en la silla de oficina incorrecta durante largos periodos de tiempo y esa silla podría estar ocasionando graves problemas de salud.
Los muebles de oficina ergonómicos, especialmente las sillas ergonómicas, son especialmente útiles pues la mayoría de los trabajadores de oficina pasan unas 8 horas sentados en su escritorio, de lunes a viernes. Si bien no son completamente personalizados, los muebles ergonómicos pueden ajustarse a las necesidades de cada empleado.
El empleo de productos de oficina ergonómicos asimismo puede reducir el peligro de desarrollar trastornos musculoesqueléticos que dañan el cuello y la espalda.
La cuestión es que la silla ergonómica ayuda a reducir la presión de las caderas al proporcionar una profundidad de asiento adecuada para apoyarlas.
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Lo idóneo es que pueda sentarse con la espalda apoyada en el respaldo, con una distancia de unos cinco a diez centímetros entre la parte posterior de las rodillas y el asiento de la silla de oficina. También debería poder inclinar el asiento hacia delante o cara atrás.
No hay restricciones en lo relativo a los beneficios que obtienen los usuarios al emplear una silla ergonómica, y con la gran cantidad de sillas de trabajo que existen en nuestros días de todas y cada una de las formas y tamaños, hay una silla que se amolda a sus espacios de trabajo y a su género de cuerpo.
Es posible que no esté en un sitio donde tenga sentido actualizar su oficina a las mejores prácticas ergonómicas. Teniendo esto en cuenta, nos centraremos primordialmente en de qué forma obtener resultados con un cambio concreto: invertir en una silla de oficina ergonómica.
