Aunque no estoy segura de que yo personalmente me sienta bien usando un escritorio de pie, mi prometido lo usa todos los días, especialmente cuando recibe llamadas o bien lee (en lugar de hacer un trabajo intenso).
Controles de ajuste simples de alcanzar. Asegúrese de que los controles de ajuste sean simples de alcanzar desde una posición sentada, a fin de que no deba esmerarse por venir a ellos.
Posiblemente no esté en un sitio donde tenga sentido actualizar toda su oficina a las mejores prácticas ergonómicas. Teniendo esto en cuenta, nos vamos a centrar eminentemente en cómo conseguir resultados con un cambio concreto: invertir en una silla de oficina ergonómica.
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Las personas pasan más o menos una tercera parte de su día en el trabajo y la tecnología sostiene a la mayoría de los trabajadores del conocimiento en sus escritorios. Sin la configuración adecuada del espacio de trabajo, esto plantea peligros laborales que pueden provocar múltiples peligros para la salud.
Soporte lumbar.
Respaldos ajustables. Al tiempo, debe poder ajustar el respaldo para que pueda ponerlo de forma que se adapte a la labor que esté efectuando. Debe haber un mecanismo de bloqueo que mantenga el respaldo en su sitio para que tu espalda no se incline cara atrás. El respaldo también debe ser regulable en altura.
El moblaje de oficina que escoja debe tener la flexibilidad precisa para satisfacer las necesidades de cada persona en su oficina. Los empleados tienen formas y distintos tamaños, con lo que invertir en muebles que puedan ajustarse a las especificaciones de sus empleados puede asistir a que todos y cada uno de los miembros de la oficina se sientan cómodos y se concentren en su trabajo.
Altura regulable. Cada persona tiene una constitución diferente, por lo que la silla de oficina ideal ha de ser ajustable a la altura del usuario. Como referencia, debe sentarse de manera que los muslos queden horizontales al suelo. Verifique si hay una palanca que pueda subir o bien bajar el asiento, conforme sea necesario.
Lo ideal es que pueda sentarse con la espalda apoyada en el respaldo, con una distancia de unos cinco a diez centímetros entre la parte posterior de las rodillas y el asiento de la silla de oficina. Asimismo debería poder inclinar el asiento hacia delante o bien hacia atrás.
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La Asociación Americana del Corazón informa que cualquier movimiento que eleve nuestra tasa metabólica sobre la tasa normal de reposo estacionario (sentado) puede tener profundos beneficios para la salud en un largo plazo y disminuir nuestra probabilidad de esas enfermedades y dolencias bastante temibles.
