Es mejor crear un entorno de oficina ergonómico de forma proactiva que aguardar a que broten problemas que pueden o no tener solución.
La cuestión es que la silla ergonómica ayuda a reducir la presión de las caderas al proporcionar una profundidad de asiento conveniente para apoyarlas.
La Asociación Americana del Corazón informa que cualquier movimiento que eleve nuestra tasa metabólica por encima de la tasa normal de reposo estacionario (sentado) puede tener profundos beneficios para la salud en un largo plazo y disminuir nuestra probabilidad de esas enfermedades y dolencias bastante temibles.
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El uso de sillas de oficina ergonómicas acarrea importantes beneficios para la salud. Entre las primordiales razones por las que debería adquirir una silla de oficina ergonómica se encuentran las ventajas para la salud que acarrea su empleo regular.
Una silla ergonómica es el tipo de silla que más se usa en la oficina. El motivo es que, puesto que las personas pasan más de 13 años de su vida en el trabajo, es lógico que quieran sentirse cómodas en él.
El uso de productos de oficina ergonómicos asimismo puede reducir el riesgo de desarrollar trastornos musculoesqueléticos que dañan el cuello y la espalda.
El hecho de que las sillas ergonómicas sean ideales para los trabajadores de oficina no ha surgido de puras especulaciones. Más bien, las sillas han sido probadas en el laboratorio y certificadas para asegurar la seguridad óptima de los usuarios.
Las compañías ahorrarán un sinnúmero de dinero de lo que presupuestaron para los costos de compensación de los trabajadores y el seguro médico.
Asegúrese de que el acolchado del respaldo y del asiento de la silla ergonómica sea de un material transpirable y suficientemente grueso para dejarle estar sentado durante largas horas.
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Respaldos graduables. Al mismo tiempo, debe poder ajustar el respaldo para que pueda colocarlo de forma que se adapte a la tarea que esté efectuando. Debe haber un mecanismo de bloqueo que mantenga el respaldo en su lugar a fin de que tu espalda no se incline cara atrás. El respaldo también ha de ser regulable en altura.
Elija una silla con reposabrazos ajustable para que le deje poner los brazos de manera que se sienta cómodo y sea menos probable que se encorve, al tiempo que reduce la tensión de los hombros y el cuello.
