Si por alguna razón se estropea, siempre y en toda circunstancia puedes utilizar la garantía para que te la arreglen o bien conseguir otra con descuento.
Soporte lumbar.
Aunque no estoy segura de que yo personalmente me sienta bien usando un escritorio de pie, mi prometido lo emplea todos los días, especialmente cuando recibe llamadas o lee (en lugar de hacer un trabajo intenso).
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Altura regulable. Cada persona tiene una constitución diferente, por lo que la silla de oficina ideal debe ser graduable a la altura del usuario. Como referencia, debe sentarse de manera que los muslos queden horizontales al suelo. Compruebe si hay una palanca que pueda subir o bien bajar el asiento, según sea necesario.
El mobiliario de oficina que escoja debe tener la flexibilidad necesaria para satisfacer las necesidades de cada persona en su oficina. Los empleados tienen formas y diferentes tamaños, con lo que invertir en muebles que puedan ajustarse a las especificaciones de sus empleados puede asistir a que todos los miembros de la oficina se sientan cómodos y se concentren en su trabajo.
Un buen apoyo lumbar es importante para minimizar la tensión o la compresión de los discos lumbares de la columna vertebral. Elija una silla con un respaldo que siga la curva natural de la columna vertebral.
Material transpirable. Un asiento de material transpirable es más cómodo, sobre todo cuando se pasa bastante tiempo sentado. Recuerde que debe seleccionar un acolchado que no sea ni demasiado duro (lo que puede resultar doloroso para sentarse a largo plazo) ni demasiado blando (que no ofrece suficiente apoyo).
Es bastante difícil sostener una buena ética de trabajo a lo largo de tanto tiempo si no es cómoda. Una silla ergonómica puede ajustarse a la forma natural del cuerpo (y seamos honestos, no todo el mundo tiene la misma constitución) para que esté más cómodo mientras efectúa las labores precisas.
Su confort en la oficina aumenta cuando utiliza una silla ergonómica. Posiblemente se pregunte si existe alguna diferencia entre este género de sillas y las tradicionales que viene usando toda su vida.
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Lo idóneo es que pueda sentarse con la espalda apoyada en el respaldo, con una distancia de unos cinco a diez centímetros entre la parte trasera de las rodillas y el asiento de la silla de oficina. Asimismo debería poder inclinar el asiento cara delante o bien hacia atrás.
